Cuidado con oxidarse

Estoy seguro de que conocéis la diferencia entre buen y mal colesterol , pero, ¿sabéis de verdad que es el mal colesterol?. Al principio se ...

Estoy seguro de que conocéis la diferencia entre buen y mal colesterol, pero, ¿sabéis de verdad que es el mal colesterol?.

Al principio se solía pensar que toda la grasa era mala; luego los científicos se dieron cuenta de que todas no eran malas, y ahora nos aseguramos de consumir grandes cantidades de grasa mono y poliinsaturada.

Mi postura respecto al colesterol ha sido siempre comprensiva, por no decir diferente a la de los nutrólogos comunes. La testosterona, por ejemplo, se sintetiza a partir del colesterol, por lo que una dieta que no lo restrinja puede aumentar la fuerza y el tamaño. Aunque los críticos aseguran que el colesterol puede atascar las arterias y producir ataques cardíacos, no hay evidencias definitivas referidas a que la reducción de los niveles generales de colesterol disminuya esos riesgos. De echo, si las hay de que elevar el "buen" colesterol (HDL) sin reducir los niveles de colesterol total puede reducir esos riesgos. Porque es más importante la relación entre el "mal" colesterol (LDL) y el "bueno" que el mismo colesterol total.

Unas recientes revelaciones nos dicen que, aparte del colesterol bueno y malo, también existe el colesterol verdaderamente nocivo. Una investigación de la Universidad china de Hong Kong, aseguró en el 238 National Meeting of the American Chemical Society que el verdadero culpable puede ser el casi desconocido oxicolesterol. Formado en la reacción entre el colesterol y el oxígeno, el oxicolesterol parece potenciar los efectos negativos del colesterol, elevando los niveles generales y promoviendo la arteriosclerosis en mayor medida que el colesterol común.

Los investigadores alimentaron a un grupo de hamster con una dieta abundante en oxicolesterol y a otro con alimentos ricos en colesterol común. Los niveles de colesterol en los hamster que consumieron oxicolesterol aumentaron un 22% más que los del grupo de control, y a su vez, les crecieron los depósitos arteriales de colesterol, lo que puede incrementar el riesgo de ataque cardíaco e incluso prevenir que los aminoácidos, la creatina, el oxígeno y las hormonas anabólicas lleguen a los músculos.

Afortunadamente, es muy posible que ya estéis evitando el oxicolesterol, porque se forma cuando los alimentos grasos se cocinan a altas temperaturas; a eso se debe que los alimentos fritos lo contengan en exceso. Aunque las comidas rápidas, los alimentos procesados y todo lo que contenga grasa transaturada lleva incorporado el colesterol, también puede formarse en el cuerpo cuando tenemos niveles bajos de vitamina B12 y ácido fólico. Para impedir que el oxicolesterol se deposite en las arterias, hay que seguir una dieta rica en frutas y vegetales. Sus antioxidantes no van a bloquear el oxicolesterol de vuestras hamburguesas del fin de semana, pero sí pueden prevenir la conversión de colesterol en oxicolesterol y, sin duda alguna, potenciarán nuestra salud.

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