Historia del Fisicoesculturismo: Nuestras raíces

La historia del culturismo es muy antigua, existen relatos históricos que datan desde el inicio de los tiempos y que afirman que la práctica...

La historia del culturismo es muy antigua, existen relatos históricos que datan desde el inicio de los tiempos y que afirman que la práctica de la “gimnasia con pesas” ya existía desde entonces, pues en excavaciones arqueológicas y estudios antropológicos se encontraron piedras con entalles para las manos permitiendo a los historiadores intuir que se utilizaban para el entrenamiento físico. También hay esculturas de 400 años a.C. que relatan formas armoniosas de mujeres mostrando preocupación estética en la época. Otra evidencia de esta práctica son las paredes de las capillas funerales de Egipto de 4.000 años atrás, donde aparecen hombres levantando pesos en forma de ejercicios.

Ahora bien, indudablemente, parte importante de sus orígenes está también en las Olimpiadas Griegas y palestras romanas, donde el culturismo se utilizó como sistema de entrenamiento para mejorar el rendimiento de los gladiadores.

Uno de los más importantes representantes de estos Juegos Olímpicos fue el célebre luchador Milón de Crotona, quien a diario para ejercitarse transportaba sobre sus hombros a un novillo dando vueltas al estadio olímpico y que con el paso del tiempo éste se convirtió en un toro. Hasta aquí podríamos llamar a este período la “Prehistoria del Culturismo”.

Dando un salto importante en la historia debido por un lado a las innumerables guerras existentes y al oscurecimiento que existió en ese tiempo, donde lo físico quedó relegado a un tercer plano, nos encontramos ahora en los albores del culturismo premoderno o lo que también podríamos llamar la “Edad Media del Culturismo” donde aparecen hombres de fuerza descomunal como el francocanadiense Louis Cir que vivía profesionalmente de ganar apuestas levantando objetos sorprendentes; esta etapa anterior dio paso a la “Edad Contemporánea del Culturismo”, en la que hay un culto a la salud y a la belleza del cuerpo humano representados plásticamente en estos físicos hercúleos que hoy en día se vuelcan en relanzar el aforismo latino de “men sana, in corpore sano”, y que demuestran que el deporte del culturismo es una prueba viva de que las pesas siempre te mantienen en forma y rejuvenecen.

Este fisicoculturismo moderno aparte de las aportaciones de Hipólito Triat, nació a finales del siglo XIX cuando un alemán Eugene Sandow, conocido por sus demostraciones de fuerza, se traslada a Estados Unidos donde sus exhibiciones provocan el delirio popular. La causa del éxito de la saludable desnudez de Sandow hay que buscarla en la revaloración que la sociedad occidental ha hecho del cuerpo del hombre. Su apreciación había estado en desuso desde el Renacimiento. Las máquinas de la Revolución Industrial relegaron la fuerza física a un nivel muy secundario, tan sólo necesario para la milicia y la guerra.

Sandow hombre culto, educado, con gran magnetismo personal además de excepcionalmente fuerte, sacó el deporte de las pesas de las tabernas y los círculos rurales, y lo llevó a los teatros y a los grandes coliseos. Gracias a sus proezas y plasticidad corporal hizo fortuna.

Pero volviendo al tema, decir que el culturismo como forma de competición donde se exhiben los músculos tiene como fecha inicial el 14 de septiembre de 1901 en Londres. Posiblemente hayan existido otros campeonatos, pero éste es el que parece que dio el inicio oficial a este deporte. Esta competición fue titulada: “La Gran Competición”, que fue organizada por el propio Sandow y que contó para la misma con 156 atletas. El vencedor fue William Murray, que más tarde se formó como actor, cantante y músico. El jurado lo formaba por una parte, Charles Lawes (un notable escultor de la época), Arthur Conan Doyle (el famoso escritor de “Sherlock HOLMES”) y por otra, Sandow.

Años más tarde, un exluchador, Bernarr Macfadden conoce a Sandow y lo contrata. Con el eslogan “La debilidad es un crimen, no seas asesino”, comienza a publicar una revista titulada “Cultura Física”. En 1903, Macfadden, como promoción a su revista, organiza un concurso en el antiguo Madison Square Garden de Nueva York para elegir al “Hombre más perfectamente desarrollado del mundo”. La idea era presentar una combinación de demostración de fuerza y espectáculo. Todos los ganadores de este acontecimiento, que se repitió durante más de tres décadas, poseían cuerpos modestos comparados con los menos desarrollados de los contendientes actuales. Macfadden inaugura el tipo de hombre editor-promotor-empresario que ha controlado tales concursos desde entonces. Charles Atlas, que comprendió el poder de difusión de medios impresos, patentó otra fórmula en la que él se presentaba como el ejemplo vivo de su propio producto: el músculo por correo.

En 1939, la Unión Atlética Americana (AAU) organiza el concurso de Míster América, que John Grimeck ganará dos veces consecutivas (1940-1941), ganando su primera edición Bert Goodrich y Roland Essmaker.

Hasta 1948 el espectáculo muscular de los concursos era la parte final que venía después de tortuosas e interminables hazañas de levantamientos de pesas, hasta que ese mismo año vio la luz el concurso de Mr. Universo que como más adelante veremos es la meta dorada de todo fisicoculturista que se precie. De aquí en adelante los jurados calificadores de los contendientes centrarán su atención en las calidades musculares y los atletas buscarán el desarrollo físico perfecto, más que una potencia titánica. Cambio de carácter, que convirtió al culturismo competitivo de un deporte de acción en un deporte de exhibición. La acción quedaba relegada a la esfera individual, como pre-etapa para la demostración pública de los resultados.

Hasta entonces, el hecho de poseer un cuerpo atléticamente desarrollado venía dado por la práctica de algún deporte o era considerado como un regalo de la naturaleza. Con unas insólitas condiciones genéticas, Reeves demostraba cual era el resultado de un cuerpo construido conscientemente a base de entrenar con pesas la musculatura.

La halterofilia es el deporte heredero de la fuerza como capacidad física desde el momento en que la depuración y el clasicismo del cuerpo de Steve Reeves elevan el culturismo a la categoría de experiencia estética. Podemos considerar, sin temor a equivocarnos, puesto que Arnold Schwarzenegger ha realizado exhibiciones en el prestigioso Museo Whitney de Arte Moderno de Nueva York, que la experiencia corporal de Steve Reeves es uno de los antecedentes del Body-Art y una manifestación de Arte y Vida, ambos modos creativos considerados por el mundo del arte desde los años sesenta.

Otras instituciones que nacieron posteriormente siguiendo el ejemplo de la AAU, conscientemente ignorantes unas de otras son: la IFBB, la WABBA, la FIHC y la NABBA, siendo esta última la más prestigiosa y la que instaura el “Mr. Universo”, una competición que se ha convertido como ya dijimos en la meta dorada de cualquier culturista que se precie en el mundo, no sólo por el incentivo económico sino por la trascendencia que ha conseguido en los medios de comunicación. La puerta del éxito, la posibilidad de fama y dinero.

Ahora, ¿qué es lo que ha llevado a este deporte de minorías a ser aceptado por las masas y a considerarse como uno de los deportes más practicados en el mundo junto con el fútbol, el atletismo y el baloncesto?. Hace quince años, la información sobre el culturismo era muy escasa, había mucha información negativa, como que se caían los músculos o éstos se convertían en grasa, etc, etc. Ahora, la información positiva ha salido a la luz por boca de médicos y especialistas, y está siendo conocida por el público como actividad que genera salud.

Para terminar este breve resumen de la historia de nuestro deporte, no podemos olvidar la figura emblemática de Hipólito Triat, que fue quien introdujo el entrenamiento con pesas, las repeticiones, las series, la utilización del espejo y quien impuso en 1880 el empleo de la ducha en los gimnasios, siendo también maestro del celebérrimo profesor Edmond Desbonnet y éste a su vez, de otros tres profesores muy populares, como el francés Marcel Rouet, gran divulgador del culturismo, de mi querido profesor Gustavo Buesa de Barcelona, fundador del primer gimnasio de culturismo en España y también del que fuera primer Mr. Universo de la historia Juan Ferrero. Otro hombre importante en la historia de nuestro deporte es Bob Hofman, creador del Sistema York de entrenamiento progresivo y propietario de la compañía del mismo nombre, editor de la revista “Strength and Health”, además de entrenador del Equipo Olímpico Americano de Halterofilia.

Por Tomás ABEIGÓN
Contaco: abeigon@yahoo.es / Tel. 607 477 360

- Licenciado en Ciencias del Deporte por la Universidad de Vigo.
- Master en Musculación Deportiva.
- Entrenador Nacional de Halterofilia.
- Entrenador Nacional de Fisicoculturismo y Musculación.
- Entrenador Nacional de Fuerza Aplicada.
- Profesor de Culturismo y Profesor de Musculación, ambos diplomas expedidos por la Federación Española de Judo y Deportes Asociados.
- Diplomado como Profesor de Cultura Física por las Escuelas: Rouet (Francesa) y Weider, Atlas
(Americanas).
- Campeón de España de Fisicoculturismo Natural en 1996.
- Galardonado con el premio nacional “Intergym´s de Oro” al mejor trabajo de investigación los
años 1999, 2000 y 2001.
- Posee el “Diploma de Honor al Mérito Fisicoculturista” (la más alta distinción que se puede alcanzar en España sobre éste deporte).
- Director del Gimnasio “Taller Corporal” de Pontevedra desde 1989.
- Historiador del “Deporte del Hierro”.
- Autor de varios libros e infinidad de artículos sobre el tema de las pesas.
- Presidente de NABBA ESPAÑA (Organización más antigua de fisicoculturismo que a nivel
internacional organiza el Mr. Universo).
- Juez Internacional en el Mr. Universo (único en España).
- Poseedor del “Medallón de Triat” que lo acredita como el único heredero en el mundo de la
filosofía de la “Escuela Francesa”, que aceptó de la mano de su Profesor con la obligación de
cederlo antes de morir al discípulo que el elija.