Extracto fermentado de germen de trigo beneficioso en la terapia de cáncer

El germen de trigo es la parte más nutritiva del grano de trigo . De hecho, es uno de los alimentos más densos nutricionalmente. Cuando se ...

El germen de trigo es la parte más nutritiva del grano de trigo . De hecho, es uno de los alimentos más densos nutricionalmente. Cuando se somete a la fermentación con levadura, el germen de trigo se convierte en una fuente de dos sustancias biológicamente activas: 2-metoxi-benzoquinona y 2,6-dimetoxi-benzoquinona. Después de la fermentación , el producto resultante puede ser estandarizado a una concentración de benzoquinona que es capaz de producir los efectos deseados sobre la salud.

Investigación sobre la importancia bioquímica de germen de trigo fermentado comenzó con Albert Szent-Györgyi; un fisiólogo húngaro, acreditado con el aislamiento de la vitamina C, y ganador del Premio Nobel 1937 en Fisiología o Medicina . Creía firmemente en la idea de los alimentos como medicina. Szent – Györgyi vio tasas de cáncer más bajas entre personas que comieron granos enteros, en comparación con los que comían granos refinados. Esto lo llevó a una búsqueda para descubrir el ingrediente en el trigo que pudiera explicar la prevención del cáncer observada. Más tarde, fue capaz de demostrar el potencial de los compuestos de benzoquinona en relación con el metabolismo de las células cancerosas. Por desgracia, era difícil aislar una cantidad suficiente  para lograr concentraciones consistentes del producto fermentado , lo que impidió a Szent-Györgyi de tomar su investigación al siguiente nivel.

Disponibilidad y Clasificación

Los esfuerzos de Szent – Györgyi sentaron las bases para una mayor investigación y desarrollo que continúa hasta hoy. Nuevas tecnologías industriales y mejoradas han resuelto problemas de producción y normalización. Ahora, una nueva generación de científicos húngaros han continuado el trabajo de Szent – Györgyi. El dr. Máté Hidvegi ha desarrollado y patentado un extracto de germen de trigo fermentado, llamado Avemar.

Avemar fue lanzado inicialmente en Hungría, como un suplemento dietético en 1998. Después de la demostración de su actividad anticáncerosa , Avemar recibió la aprobación para estudios clínicos . En base a estos resultados, se registró como un alimento médico para pacientes con cáncer en el 2002. En este registro, se recomienda como complemento al tratamiento de cáncer durante y después de la cirugía, radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia .

Desde entonces se ha registrado para las mismas indicaciones en Bulgaria y la República Checa , con el registro en trámite en otros países. En los Estados Unidos, Avemar se clasifica como un suplemento dietético, y se distribuye bajo el nombre de Avé.

¿Cómo funciona Avemar?

Mecanismos de acción responsable de las propiedades anti- cancerígenas y immunoregulatory de AVEMAR incluyen:

- Evita la proliferación de células cancerosas

- Induce la muerte celular programada en células de cáncer

- Mejora la capacidad del sistema inmune para atacar las células cancerosas

- Aumenta la tasa de recuperación de la función inmune después de terapias inmunosupresoras

- Disminuye la absorción de glucosa por las células tumorales

- Promueve el equilibrio entre la inmunidad celular y humoral, regulando así la respuesta inmune

Este último punto se refiere a una de las propiedades más interesantes de Avemar. En los casos de cáncer, Avemar estimula el sistema inmunológico. En los casos de autoinmunidad (por ejemplo, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico), que ofrece efectos inmunosupresores apropiados . A primera vista , esto parece contradictorio. Sin embargo, Avemar es capaz de ejercer estos efectos aparentemente opuestas a través de su acción sobre diferentes segmentos del sistema inmunológico .

En la mayoría de los casos, la terapia de cáncer complementado con Avemar ha demostrado ser más eficaz que el tratamiento convencional solo. Avemar no sólo mejora estos tratamientos, sino que también reduce sus efectos secundarios perjudiciales.

Avemar en sí no tiene efectos adversos, y no muestra toxicidad para las células normales.

Evidencia de la función de Avemar en el tratamiento de cáncer

En un estudio que examinó el uso de Avemar en pacientes con cáncer colorrectal  se han encontrado mejoras significativas. El grupo Avemar recibió terapia tradicional de cáncer junto con el suplemento, mientras que el grupo control recibió sólo el tratamiento tradicional. Los resultados mostraron una reducción significativa en nuevas recurrencias de cáncer ( 3 % vs 17,3 % ) , metástasis( 7,6 % vs 23,1 % ) , y muertes ( 12,1 % vs 31,7 % ).

Los autores concluyeron que el uso de Avemar es muy recomendable en el tratamiento del cáncer colorrectal . Este estudio fue publicado en la revsita médica  Húngara Orvosi Hetilap.

Otro estudio, de la revista British Journal of Cancer, reportó hallazgos similares. Se encontró que la complementación de terapias convencionales contra el cáncer con Avemar para mejorar las probabilidades de supervivencia y progresión de la enfermedad.

Una revisión de la investigación, de la Asociación Húngara de Cirujanos Orales y Maxilofaciales, encontró que la progresión de los tumores malignos de la cavidad oral se redujeron significativamente con el uso de Avemar. Por otra parte, se incrementó la tasa de supervivencia a cinco años de los pacientes, y se ha mejorado la calidad de vida.

La revista International Journal of Cancer informa de un estudio que evalúa el uso de Avemar en pacientes con melanoma de alto riesgo. Una vez más, la probabilidad de supervivencia libre de progresión se incrementó en favor de los pacientes que toman Avemar. Menos efectos secundarios también se observaron en estos pacientes.

Tan impresionante como estos resultados son, representan sólo una fracción de las investigaciones totales publicadas sobre Avemar. Actualmente hay más de 20 publicaciones en revistas médicas​​. La investigación ha sido financiada por muchas organizaciones gubernamentales como la Fundación Húngara de Investigaciones Científicas, el Ministerio de Salud de España, la Unidad de Investigación de Nutrición Clínica de la Universidad de California en Los Ángeles, INCO-COPERNICUS de la Unión Europea, así como del Programa Científico de la OTAN.