Transgénicos no necesarios: científicos de Brasil han desarrollo superalimentos con métodos tradicionales

Científicos de agricultura en Brasil han pasado la última década desarrollando “superalimentos” que pronto se convertirán en una alternativa...

Científicos de agricultura en Brasil han pasado la última década desarrollando “superalimentos” que pronto se convertirán en una alternativa natural a los frankenalimentos transgénicos en muchos países, incluyendo Estados Unidos y aliviará la desnutrición de casi un tercio de la población mundial.

Se espera que estos ocho alimentos biofortificados estén ampliamente disponibles para los consumidores en todo Brasil en menos de una década ya hay un programa piloto en marcha en 15 municipios del país  informó el diario británico The Guardian.

La biofortificación utiliza métodos de fitomejoramiento convencional para mejorar la concentración de micronutrientes en los cultivos de alimentos a través de una combinación de laboratorio y técnicas agrícolas.

El objetivo es combatir las deficiencias de micronutrientes, que pueden causar problemas de salud graves como la anemia, la ceguera, una respuesta inmune alterada y retrasos en el desarrollo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la malnutrición de micronutrientes afecta a 2 mil millones de personas en el mundo.

Solucionando el “hambre oculta”

Los esfuerzos para desarrollar superalimentos biofortificados comenzaron hace una década, cuando Embrapa, la agencia de investigación agrícola gubernamental. Se inició el proyecto como parte de un grupo de naciones que buscan desarrollar variedades de cultivos que tienen mayores concentraciones de micronutrientes necesarios. El departamento eligió ocho alimentos básicos en la dieta brasileña: frijoles, caupí, arroz, boniato, maíz, trigo, yuca y calabaza.

“Estamos trabajando en aumentar el contenido de hierro, zinc y la provitamina A. Estos son los nutrientes que carecen más no sólo en Brasil, sino en el resto de América Latina y el mundo, causandolo que llamamos el “hambre oculta” dijo la ingeniera de comida y un coordinadora de biofort, Marilia Nutti, a Tierramérica.

Nutti dijo que el hierro era especialmente importante, ya que la mitad de los niños brasileños sufren de algún grado de deficiencia de hierro.

Además del proyecto de biofortificación actual, los científicos brasileños también están trabajando para cultivar plantas de la misma especie, eligiendo las semillas que parecen mostrar las mejores características en cuanto al contenido de micronutrientes.

“No se trata de transgénicos. Queremos una dieta variada. La biofortificación va a la raíz del problema y está dirigido a los sectores más pobres de la población. Es científicamente viable y económicamente viable tambíen,” dijo Nutti.

Y no es la modificación genética y eso es clave.

El proyecto de desarrollo está siendo apoyado por HarvestPlus y AgroSalud, un par de programas de investigación que operan en América Latina, África y Asia, con financiamiento de la Fundación Bill y Melinda Gates, el Banco Mundial y otros agencias de desarrollo.

Aumentando el Contenido Nutricional

Hasta el momento parece que el proyecto es fructífero. El contenido de hierro de los frijoles, por ejemplo, ha sido elevado de 50 hasta 90 miligramos de hierro por kilogramo; la yuca, que normalmente no tiene casi nada de beta-caroteno, ahora tiene nueve miligramos de la vitamina esencial por gramo.

Mientras tanto, el nivel de beta-caroteno en la batata ha crecido de 10 microgramos por gramo a un asombroso 115 por gramo. El contenido en zinc en el arroz ha crecido de 12 a 18 miligramos por kilogramo.

No está mal – y sin necesidad de usar los “Frankenalimentos.”

Ya los niños pre-escolares se están beneficiando de los alimentos biomejorados nutricionalmente. “En Itaguaí, un municipio industrial 44 millas al sur de Río de Janeiro, cerca de 8,000 niños en edad preescolar se están beneficiando de estos alimentos super- nutritivos” informó The Guardian.

Eventualmente todos los agricultores familiares del municipio se incluirán en el proyecto – por lo menos, esa es la meta. Además, dentro de un par de años, el plan es ofrecer alimentos biofortificados en todas las escuelas del municipio, así como en las tiendas y mercados públicos.

La curiosidad de los niños es uno de los factores que está “vendiendo” los nuevos superalimentos biofortificados. “Cuando les decimos que estos alimentos tienen más vitaminas, y ven los colores más llamativos (de los cultivos biofortificados), están dispuestos a probarlos” dijo la secretaria municipal de medio ambiente, agricultura y pesca, Ivana Neves Couto, a Tierramérica.

“Brasil es el único país que trabaja con ocho cultivos biofortificados. Bangladesh, Colombia, India, Mozambique, Nicaragua, Pakistán, Perú , la República Democrática del Congo y Uganda están llevando a cabo investigaciones con un cultivo cada uno” informó The Guardian.