Elvidio Flamini, el "primer patovica" En Argentina a los fisicoculturistas se los apoda "Patovicas" pero, ¿como surgió...
En Argentina a los fisicoculturistas se los apoda "Patovicas" pero, ¿como surgió este término, a veces usado despectivamente?
En la provincia de Buenos Aires (Argentina), hubo una vez una raza de patos deportistas (años 1952 y 1953). Estos patos eran conocidos bajo el nombre de "Patos Viccas" o, sencillamente, "patovicas". Eran de aspecto atemorizante, y sin embargo eran muy mansos. Parece ser que estos bichos tenían su hábitat natural en las playas de la localidad de Olivos, Partido de Vicente López.
La cuestión es que el origen de los patovicas era un misterio. Muchos los habían visto, y quienes no los habían visto sabían de su existencia por testimonios de un amigo o un vecino. Aún así, permanecía la incógnita: ¿de dónde rayos salieron estos patovicas?
Lo más probable es que el origen de la palabra "patovica" sea una derivación de "Patos Viccas". Los "Patos Viccas", entonces, eran patos de doble pechuga, presuntamente alimentados a base de leche, y el señor Víctor Casterán criaba tales patos en una granja ubicada en los terrenos que van desde la ruta 26 hasta el Arroyo Escobar (Buenos Aires).
En la popular playa Olivos bañada por el de la Plata era donde tenían sus "gimnasios", llamados casillas, los primeros culturistas argentinos. Elvidio Flamini "por aquel tiempo el mejor luchador peso pluma argentino" (años 40), y años más tarde "integrante del trío acrobático Les Hercles", decidió instalar su propio gimnasio, para entrenar de la mejor manera posible (según los parámetros de la época). Para ello alquiló una casilla en la zona costera de la localidad de Olivos. Dicha casilla estaba ubicada en la intersección de las calles Malaver y Bartolomé Cruz, justo detrás de la quinta presidencial de Olivos. La "casilla" se transformó en gimnasio; pero era también una especie de hogar, donde una pequeña sociedad fisicoculturista (por llamarla de alguna manera) se reunía para dedicarse a su hobby favorito. La participación de varios amigos permitía cubrir entre todos el alquiler y los gastos del lugar (además de las pesas y otros elementos), de modo similar a lo que hoy es la cuota de cualquier gimnasio. Pero los precursores del físicoculturismo no tenían un gimnasio con todas las comodidades. Sin embargo la fama del lugar y sus pintorescos personajes se propagó por todo Buenos Aires.
Elvidio Flamini fue también atleta olímpico en lucha grecorromana (5º en la categoría hasta 57 kg en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948), justificandose entonces que quisiera tener su propio gimnasio y entrenar de la mejor manera.
Ricardo Dima, Carlos Peucelle (el Clarence Ross argentino, como fue llamado en una revista de la época y el primer Patovica), Andrés Mesa, Eliseo Panza (fue el primer "Míster Agentina", en 1956), Carlos Mesa (integrante de Les Hercles) o Rafael Víctor Arace son los primeros fisicoculturistas argentinos que entrenaron en estas casillas y hacían acrobacias y exhibicionismo en las playa de Olivos, naciendo así el el trío acrobático "Les Hercles".
En la casilla de Malaver y Bartolomé Cruz (Olivos), fue el primer gimnasio de fisicoculturismo en la historia de la República Argentina, el lugar donde "nacieron" los atletas que luego fueran apodados "patovicas".
También hubo otro gimnasio pionero conocido como "el camarín", en el Parque Avellaneda. El director y entrenador de este gimnasio culturista fue Luis G. Perassolo, laureado maestro de la fotografía y además gran jurado internacional, un personaje fuera de serie de los que ya no se hacen más.
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